miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Hasta cuándo?

Es cierto que, como decía Fred, con septiembre se produce la vuelta a la realidad. Pero es que esa vuelta es bien dura, y no sólo porque varían nuestros hábitos veraniegos, anochece antes, llega el frío...Sino también porque las noticias, después de la época estival también se endurecen. Y hay casos en los que, lejos de llenarte de esperanza, te sumen en la más absoluta desesperación.
Hace apróximadamente un año leíamos como Venezuela se quedaba con una sola alternativa televisiva, la de Hugo Chávez. Lo cual no supone un perjuicio si tenemos en cuenta la oferta televisiva mundial. Pero supone un atentado contra la libertad de expresión e implica que todos aquellos venezolanos, que no puedan acceder a otros modos de información, sólo van a escuchar opiniones afines al régimen de su presidente.
Pues bien, no queda ahí la cosa. El día 19 de septiembre podíamos leer en la prensa como Hugo Chávez se ha estado saltando a la torera la independencia del sistema judicial y ha sometido a sus intereses el último reducto de esperanza que quedaba en Venezuela. Y ¿cómo lo ha hecho? pues haciéndose, con la reforma que realizó en el año 2004, con la mayoría absoluta en el Tribunal Supremo de Venezuela. Lo que ha supuesto que desde entonces, el órgano desestimara los recursos de constitucionalidad que varios juristas venezolanos interpusieron en 2004 contra la propia reforma del Tribunal. Desestimó también el recurso que el canal de tendencia opositora Radio Caracas Televisión (RCTV) interpuso cuando Chávez anunció que no renovaría su licencia de emisión. Y "no defendió la libertad sindical de los trabajadores" al desestimar una petición que en la práctica ha permitido que "el Gobierno continúe violando el derecho básico de los trabajadores de elegir libremente a sus representantes".
Pues bien ante las críticas recibidas por parte de, entre otros, el director de la ONG Human Right Watchs que recientemente ha realizado un informe resumiendo los últimos 10 años de gobierno de Chávez ¿qué mejor que una expulsión? Está claro que muerto el perro se acabó la rabia, no?

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